Descubre el planeta desconocido de la inmersión nocturna biofluorescente
Descubre cómo estos baños caleidoscópicos nos ayudan a entender y proteger mejor nuestros mares. Te contamos dónde y por qué experimentarlos.
Desde viajes en canoa sobre aguas resplandecientes hasta festivales de luciérnagas centelleantes, los entusiastas de la naturaleza dan la vuelta al mundo para experimentar la bioluminiscencia. Pero este llamativo fenómeno, más frecuente en verano, no es el único espectáculo de luz fascinante del reino animal.
Algunos viajeros están descubriendo el vasto, aunque a menudo secreto, mundo de la biofluorescencia en el océano, un paisaje marino en el que los peces brillan con patrones de color verde lima, los corales se balancean en tonos neón y los brillantes caballitos de mar viridiscentes podrían confundirse con extraterrestres.
¿La forma de entrar? El buceo fluorescente, una actividad antes reservada a los biólogos marinos. "Es como si estuvieras en otro planeta", dice Alisha Postma, cofundadora del blog de buceo Dive Buddies 4 Life.
La logística de una inmersión nocturna es bastante simple: "Te pones una máscara amarilla, enciendes la luz azul y, de repente, sobre todo en un arrecife de coral, todo se ilumina", dice Gruber. El "por qué" es un poco más complicado.
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